lunes, 26 de noviembre de 2012

La Web de Dios


Creo que muchas personas estarán de acuerdo conmigo en que existen diferentes tipos de sueños. Existen aquellos donde nuestro subconsciente descarga todas nuestras ansiedades, que son un reflejo de nuestras inquietudes y cotidianidad. También están los sueños que llamamos premonitorios, donde recibimos señales de cosas por venir, o al menos así lo interpretamos.  Este sueño al que me voy a referir, no puedo catalogarlo en ninguna de las dos categorías arriba mencionadas, más bien lo considero una especie de revelación, o mensaje de mi Ser superior, que pienso debo compartir con los demás integrantes de la raza humana, o al menos con aquellos pocos que lo quieran escuchar.

Estaba  en una especie de salón de clases, donde yo era la única estudiante sentada en una silla. No recuerdo mucho sobre los detalles del  salón en sí, salvo que todo era muy blanco. De repente llegó la persona que se supone iba a impartir esa clase que yo esperaba recibir. Era un hombre de estatura normal, de unos 45 años, de aspecto relajado y sonriente. Tenía barba y su pelo era canoso, aunque no lo llevaba muy corto.  Vestía de pantalón blanco y encima llevaba una especie de camisón tipo túnica, también blanco. No recuerdo si se  identificó, era como si no había  necesidad de presentarse, porque yo seguramente 'sabía' quien era. Se puso delante de una pizarra blanca grande, como las que usamos actualmente para impartir docencia, con marcadores de colores, y comenzó su lección:

-Hoy vamos a hablar de la Web de Dios...
'Imagina al creador como una gran luz blanca en el centro del universo ( dibujó en el centro de la pizarra esa gran luz, no sé cómo lo logró, sé que yo la veía), y que alrededor de esta luz se encuentran muchos puntos sueltos, a todos los niveles.  Estos puntos representan la conciencia de cada ser humano... ( dibujó pequeños círculos con marcador negro, alrededor de la luz). Podemos conectarnos con la Luz o energía cada vez que la desearamos, de la forma mas sencilla... a través de la oración!' ... Luego me miró y dijo 'imagina que tú eres este punto, y que elevas una oración al Padre, desde el fondo de tu corazón...es en ese momento cuando te conectas con la fuente'

(cuando dijo esto, pintó de rojo el punto que me representaba a mí, y trazó una flecha roja con dirección al centro de la Luz.) Mientras yo me admiraba, él continuó... 'Ahora, lo fantástico de esto, es que puedes conectar a otras personas a la misma fuente, orando por ellos...- y esto lo enfatizó -cuando intercedes por otros, ellos también se conectan a la red, aún sin saberlo...( en esto dibujó varios puntos alrededor del punto que yo representaba , como satélites, y los fué pintando también de rojo a medida que explicaba la importancia de la oración, con flechas rojas, esta vez desde estos puntos hacia 'mi'.).
'Ahora imagina, que cada una de las personas que conoces sepa de esta gran red, y cada uno ponga en práctica el conectar a otros al Padre a través de la oración... imagina toda esta Web llena de puntos rojos, y todos en conexión con la Luz... es comparable a una gran red tecnológica, pero espiritual...’  Mis ojos se maravillaron conforme ese holograma tomó vida en la pizarra, mi 'profesor' no dejaba de mostrar su alegría por el mensaje que estaba comunicándome, hasta mirarme fijamente para luego enfatizar 'es importante difundir esto, sobretodo por lo que viene...'. Fue entonces cuando desperté, extrañada, pero con la misma alegría, y con la convicción de este no era un sueño más, que este es un mensaje importante que debo transmitir a cuantas personas me sea posible. También desperté con la impresión de que conforme formemos nuestra red, y seamos constantes en la oración, veremos cambios positivos en nuestras vidas y las vidas de aquellos que incluyamos en ella. Es sencillo, se basa en la ley universal de dar y recibir. Es simple, y a la vez hermoso.
Y es responsabilidad de cada uno de nosotros, mantenernos conectados a esta gran Fuente Divina.


                                  



La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.
Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.''-
Juan 17:22-23

Bienvenidos a la Web de Dios!